miércoles, 22 de octubre de 2008

33 Reconquista definitiva de Trujillo al Moro

EL MILAGRO

Anales Segundos Toledanos: "Los freires de las Ordenes, è el Obispo de Plasencia prisieron Turgiello dia de la Conversion Sancti Pauli en Janero Era MCCLXX" (año 1232).

El 25 de enero de 1232 el frío helaba las entrañas cristianas cuando don Domingo I ordenó el ataque al Castillo, había caído todo el Arrabal y la guerrilla urbana intramuros con Fernán Ruiz de Castro a la cabeza intentaba llegar al portillo del Poniente y abrirlo para dar paso a un grupo que avanzaban luchando fieramente al otro lado del arco que hoy equivocadamente se conoce como del Triunfo.

Fernán y su gente pudieron llegar y abrir el portillo y rápidamente avanzaron por el interior hasta la retaguardia de la puerta principal en la plaza de San Andrés pillando desprevenidos a los moros...

Es en ese momento cuando dice la leyenda que un fuerte resplandor iluminó la torre bajo la cual estaba la puerta principal apareciéndose la Santísima Virgen, el susto que se llevaron los moros fue tal que fácilmente se pudo dar paso a las tropas cristianas en los extramuros que irrumpieron por la calle del Paso.

La entrada oficial fue con el señor Obispo bajo palio y acompañado de los cuatro Maestres alcantarinos, santiaguistas, hospitalarios y templarios junto al héroe de la jornada, Fernán Ruiz; flanqueados por los principales capitanes Añascos y Bejaranos, canónigos y monaguillos diversos de la Jornada increíblemente milagrosa y fría, día de San Pablo y al que posteriormente dedicarán una capilla en la segunda fortaleza.

El carácter Mariano de la ciudad se refuerza en este mismo momento cuando el prelado placentino bendice las ruinas venerables de la basílica cisterciense. La Iglesia ya estaba dedicada a Santa María el siglo anterior, Don Domingo I de Plasencia le añadió el título de Mayor comenzándose enseguida su restauración al mismo tiempo que las de Santiago y San Andrés lo que demostramos con sillares signados de canteros, algunos de ellos habían participado en la construcción de la catedral de Plasencia y vemos sus firmas repetidas en ambos templos.

De la primitiva iglesia románica solo nos quedan el frente Occidental hasta media ventana circular, la pila de bautismo vieja, con sus cruces cistercienses, peral descarnado de freires pereros y todo arrinconado junto a la puerta Principal, como dispuesta a desaparecer al dejarla en simple anécdota garcía-paredil, y la torre románica o "Turris Julia", que los almohades abatieron sus campanas dejándola en todo caso para la llamada a Oración del Mohacín en el escaso tiempo almohade que fue desde 1196 a 1232, 36 años rematando los últimos de dominio islámico en la medina y entre las ruinas que nunca perdieron su olor cristiano. Las mezquitas no eran tan espectaculares y es muy posible estuvieran donde más habitación había que era extramuros, allí estaba la sinagoga, si acaso Santiago pudo ser utilizada por los almohades como mezquita, tiene tradición avisadora, allí fue a parar la campana del Concejo, mohacín civil, pero la mezquita principal es la que sobrevive a la reconquista, donde hoy está San Francisco.

La iglesia de Santa María la Mayor es un museo de la historia plasmado en sus diferentes muros, estribos, contrafuertes, columnas, nervaduras y ménsulas. El resto más antiguo nos lo encontramos en el sótano de la Sacristía, dos hiladas de hermosa sillería con grosores típicamente visigóticos, es la pared sur de la vieja basílica, con puerta de entrada sobre la cual está la puerta de la Sacristía comiéndose el muro, posterior, que separa la gran nave del ábside. Llegaba hasta la torre, actual dimensión, adonde se accedía por una puerta tapada con el retablo de la capilla de los Pizarro.

No sabemos si tuvo bóveda la nave visigótica pues poco queda, sospecho que no, seguirían la tradición clásica del dintel y artesonado en grandes vigas de buena madera moda de algún otro templo anterior que la tradición dice fue dedicado a Hércules. En el petril de la puerta del Mediodía hay dos hermosas columnas de mármol aprovechadas, son clásicas.

El nuevo templo que restauran a partir de 1232 también respeta el modo clásico de artesonado, solamente colocan bóveda en el ábside, con seis nervios a un rosetón central y punto de fuga unitario de los cuatro vértices del ábside medio hexagonal y los otros dos a los muros que separan de la nave principal.

La nave principal tuvo su techo artesonado sostribado en las seis columnas actuales que fueron ligeramente restauradas y apoyadas en los laterales por otras correspondientes adosadas algunas de las cuales se ven abandonadas o convertidas en ménsulas. Ejemplo claro detrás, junto a la puerta principal y sobre la vieja pila bautismal cisterciense.

LAS ERMITAS

A raíz de la conquista se elevan tres ermitas en sus aledaños y dice Clodoaldo que se erigen sobre los cerros donde asentadas las fuerzas cristianas se disponían al asalto definitivo, estas eran las ermitas de la Coronada, La Cañada y Belén.

Cerca de La Coronada se ven restos romanos, es un lugar habitado tradicionalmente, junto al camino de Medellín entre Trujillo y Santa Cruz; fueron los templarios quienes ocuparon aquel lugar hasta su desaparición en 1311 ocupándose el Ayuntamiento de su mantenimiento y culto, allí se celebraba una principal romería el Domingo de Pascua. Según constaba en la inscripción de la portada en la ermita de la Coronada de Trujillo, se construyó por: "MAESTRE GIL DE CULLAR ME FECIT ERA MILE CCC ANNO DOCE". (1276) Este arquitecto fue quien hizo la capilla de San Pablo o del Melón en la catedral vieja de Plasencia.

Otra fue la de Nuestra Señora de la Cañada, antes de pasar los riberos del Magasca, donde dice don Clodi que se asentaron los de Alcántara y Santiago y la tercera en el sitio de Pupalbas, Nuestra Señora de Belén, base de las huestes del Obispo.

La ermita de La cañada estaba perfectamente ubicada en el viejo camino de Coria que atravesaba el Tajo entre Hinojal y Talaván hacía Portezuelo; a poca distancia Tajo abajo estaba Alconétar en manos templarias junto al paso de la vía de Cáceres a Plasencia y Coria.

El culto en la ciudad se organiza en los viejos templos que derruidos por la morisca vuelven a levantarse, ellos eran el de San Andrés y Patrón, el de Santiago, la Vera Cruz y la vieja iglesia cisterciense de Santa María la Mayor cuya construcción fue iniciada por los freires caballeros de Truxillo.

Imágenes de la virgen hubo en la iglesia de la Vera Cruz bajo la advocación de la Antigua. Extramuros cerca de la puerta Norte estaba la ermita de Nuestra Señora del Oreto, la imagen de la Coronada de conserva entre Santiago y San Martín, la de la Cañada en San Francisco y la original de la Victoria tallada en mármol que se puso en un pórtico que tenía la puerta principal de Santa María, en el siglo XV pasó al arco del Triunfo y según autores es la que actualmente se sitúa en el exterior del ábside de San Martín. La Parroquia con el Ayuntamiento se trasladaban en cortejo hasta el verdadero Arco del Triunfo (hoy dentro del palacio de Chaves Mendoza y sobre el que se hizo la capilla del Hospital) a cantarle una Salve hasta que se hizo la nueva imagen y su nueva capilla en el Castillo pocos años después.

Bajo la iglesia del Hospital donde resiste la vieja puerta del Triunfo (hoy totalmente privada) por el interior hay una hornacina con una talla románica de la Virgen que bien puede ser la original del siglo XIII.

El escudo de Trujillo aunque fue confirmado por Alfonso XII en 1880 su descripción remarca antigüedad: "En campo de plata una imagen de Nuestra Señora de la Victoria con el niño Jesús en los brazos, puesta encima de una muralla almenada y acostada de dos torres, todo de gules y mazonado de plata el cual, fue confirmado por el Santo Rey Fernando III de Castilla". Seguramente el confirmado por Fernando III fue la Virgen en una sola torre como vemos en el único ejemplar así conservado entre las armas de cuando se reparó en 1332 la Puerta de Santiago, le vemos allí con uno de Altamirano y el escudo del Reino de Castilla y León, cuando se trasladó la virgen al Castillo en el siglo XVI cambiaron el torreón del Arco del Triunfo por el frente almenado del Alcázar: "acostada de dos torres". El arco del Hospital está bajo una sola torre y le añaden dos cuando en el XVI pasa el culto de la Patrona al Castillo donde si está entre dos torres.

SIGUE LA RECONQUISTA

Montánchez y Mérida habían caído, en Santa Cruz aun dominaba la Media Luna Almohade al igual que en Medellín. Los Templarios quedaron en la Coronada controlando el cerco de Santa Cruz, los de Santiago a Montánchez y Mérida vigilando los frentes con Santa Cruz y Medellín mientras el maestre de Alcántara don Arias Pérez avanzaba con sus caballeros hacia el Guadiana por el Campo de Alcántara (Campo Lugar) pasando en 1233 el Guadiana para conquistar el castillo de Mujafar junto a Villanueva y seguidamente dominar la fortaleza de Magacela.

Volvió aquel invierno a su convento de Trujillo con sus éxitos de conquista pidiendo al Rey que le concediera Trujillo confirmando la donación hecha por Alfonso VIII, tranquilizole Fernando III diciendo que le donaría largamente sus merecimientos. Murió el Maestre en 1234 siguiendo su sucesor don Pedro Yáñez su paseo militar para recuperar Medellín y Santa Cruz de regreso y en donde debieron ayudar eficazmente los templarios pues parece poseyeron posteriormente el castillo. Fernando III decide quedarse con Trujillo y Medellín dando al nuevo maestre don Pedro Yáñez y a su Orden el castillo de Magacela con las conquistas en el Guadiana pues aquellas ciudades "se habían tomado en nombre del rey de Castilla" (Torres Tapia).

Las tierras de Trujillo quedaron delimitadas por el río Tamuja desde el Almonte saltando el puerto de la Cagaluta hasta el Búrdalo (Miajadas para Medellín y Escurial para Trujillo) y Guadiana arriba hasta el Gargáligas y sus fuentes, sierra de las Villuercas a buscar el nacimiento del Almonte hasta cerrar nuevamente en el Tamuja. Lindaba con Cáceres, Montánchez, Medellín, Puebla de Alcocer, Talavera, Toledo y Plasencia.

Las Familias Dirigentes

El gobierno de la ciudad se divide entre los tres clanes familiares que ganaron intereses en la conquista sumando sus razones hereditarias al reparto de la nueva villa. Son los Altamirano, Bejaranos y Añascos. El reparto es sencillo: la mitad para los primeros y el resto para los últimos a partes iguales.

FAMILIA ALTAMIRANO

Los Altamiranos son encabezados por el héroe de la reconquista Fernán Ruiz de Castro, si como sospechamos es descendiente directo de Fernán Ruiz de Castro, Señor Independiente más o menos de Trujillo, entre 1169 y 1196 según las Crónicas Musulmanas será quien más alto mire en la partida; quién nos dice que no venga de ahí el apellido de los Altamirano, los que situaron su palacio matriz donde más alto se mira de Trujillo.

Fernán Ruiz de Castro se casó con Isabel Cabeza de Vaca y tuvieron dos hijos: "Thomé y Benito Pérez. Este último fue portero de la reina Doña Violante, esposa de Alfonso X, y le dio el Rey el año 1275 a 22 de Enero, el señorío de su casa solar llamada el Alcazarejo, y a don Thomé el 27 de Julio de 1256 el privilegio de las rentas de la villa, llamándole Rico-home..." (Don Clodi). Benito Pérez murió jorro heredando su hermano Thomé.

Thomé Fernández se casó con doña Teresa... y tuvieron a don Matheos al que Alfonso X le concedió el 28 de diciembre de 1376 el libre pasto de sus ganados por los reinos y el 21 de febrero del año siguiente le señala una dehesa del término libre y sin contribuciones.

Don Matheos, a secas, se casó con doña Inés que parió cuatro: Ferrand Matheos, Gonzalo Matheos, Alfonso Mateos y doña María casada con un Juan Alfonso. El primogénito de Ferrand Matheos, Ferrand Alfonso se empezó a llamar Alfonso Ferrández de Altamirano.

El linaje Altamirano cabecera del clan lo formaban con las familias Orellana, Trujillo, Calderón, Chaves, Escobar, Pacheco, Sotomayor, Hinojosa, Monroy, Torres, Sandoval, Paredes, Grados, Loaisa, Fonseca, Toledo, Mendoza...

FAMILIA BEJARANO

Los Bejaranos eran "descendientes del conquistador de Beja en Portugal el año 1162, Fernán González, capitán general del rey don Alonso Enríquez" y metido en su movida de 1165 (...) en Yumada (Mayo), segunda de la hégira 560, fue sorprendida la ciudad de Torgiela...". (Aben Sahibis Salat).

Debió quedar algún Bejarano con el de Castro en la aventura final del siglo XII en Trujillo que asiste o interviene de alguna manera en la reconquista de 1232. De hecho estaban en Trujillo cuando la matanza de Bejaranos en Badajoz de 1289 los hermanos Diego García y Gonzalo García Bejarano atendiendo sus bienes de Trujillo y ello les llevó a escaparse de la escabechina familiar en Badajoz. Fueron la cabeza de donde parte la rama Trujillana, seguramente la más antigua en Castilla-León por los derechos antes citados que les vienen de cuando Sempavor en acuerdo con el de Castro.

Diego García Bejarano es el que prende casándose con Leonor Muriel de Vargas, del linaje Añasco y en quien se reúnen los regimientos de los dos clanes para su hijo Albar García Bejarano que se iguala en poder a la otra rama principal de los Altamirano.

Albar García Bejarano se casó con Leonor Muñinos, del clan Añasco parió dos hijos, fue en segundas nupcias con doña Mencía González de Carvajal, de los Carvajal de Plasencia, con quien tuvo ocho. De este semental humano proceden los Bejaranos, Orellana, Carvajal, Cervantes, Jirón, Erasos, Manriques, Meneses, Tapias, Sedeños, Cerda, Vargas, Camargo, Herreras, Contreras, Alvarados y Bonillejas.

A Albar García Bejarano le concedió el rey Enrique II el señorío y jurisdicción civil sobre Orellana de la Sierra u Orellanita el 18 de Octubre de 1375. Este lugar de Trujillo fue poblado por esta familia a partir de la reconquista a los moros.

FAMILIA AÑASCO

El tercer grupo de los Añascos encerraba Muriel, Gil, Muñinos, Martínez... y los Pizarro que serán síntesis futura del clan, muchos de ellos mozárabes trujillanos que salieron en el 1196 y en 1232 volvían en fonsado.

El Pizarro más antiguo del que hablan las crónicas es don Gonzalo Sánchez Pizarro, se sitúa su nacimiento por el año 1280, hijo de Gonzalo Martínez Rivas que figura como testigo en una venta de dehesa y el padre de este pudo ser uno de los conquistadores en 1232. Recordemos aquel Ferranz Martínez de Turgello que representaba la ciudad en las cortes castellanas de 1188.

El resto de la historia trujillana está camuflada en sus edificios...

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