miércoles, 22 de octubre de 2008

06 El Genio de Trujillo

"GENIO\
TURG\
CRUS\
NUS\
PRIMIGENIUS"
Al genio
de Trujillo
encuentro
de sabiduría
primigenia


Es un ara de transcendencia arquetípica. El difunto dedicó su último pensamiento al dios de su ciudad, al Genio de Turgalium, de la torre encrucijada donde converge la Sabiduría Primigenia.

La torre de los galos dio nombre a la ciudad, Tur Galium se llamaba cuando en tiempos de Roma fue prefectura emeritense igual que Montánchez (la Mullicensis o Jucensis, al-Jucen allí nace). Esa torre fue la fortaleza cantada por la Tradición: "Hércules me edificó, Julio Cesar me rehizo sobre Cabeza del Zorro, en este monte Virgillo".

Se fortifica seguramente frente a los Galos que conquistan y dan nombre propio a la "Turris Galium", Julio César bien pudo rehacerla y la leyenda dice que sobre el cabezo, en lo alto. Sus habitantes prerromanos eran un conglomerado celtíbero y verdadero crisol extremeño. En la epigrafía territorial encontramos estelas de todos los colores: íberas, celtas o celtibéricas como la de Zorita pero no abundan las entidades particularizadas con el propio dios de la ciudad, Genio que implica toda una cultura de usos y costumbres: una ética de vida concreta.

Por este chascarrillo hemos buceado las distintas promociones croniquiles y ha habido un empecinamiento con lo de Torre Julia por el Julio Cesar que nos impedía ver las estrellas y la copla lo dice: sobre este cerro Virgillo, de las estrellas; de ahí vigilia, vigilancia... la torre famosa, gala, oppidum, alcázar o fortaleza, suma de la historia y en cuyas bases vemos sillares ciclópeos, romanos, suévicos, árabes y cristianos. La síntesis la dieron en el siglo XVI cuando decidieron hacer la ermita de la virgen de la Victoria y Patrona entre las Torres, donde radica el Genio Turgaliense que como todos los genios importantes son femeninos. Otra deidad romana y femenina que abunda por Trujillo es Bellona, diosa de la Guerra, o de la Victoria. Siempre apelaremos al Primigenius, el arquetipo aquel de siete veces siete nombres y ningún apellido.

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